Deia Gandhi que
"La felicitat s'aconsegueix quan, el que un pensa, el que un diu i el que
un fa estan en harmonia". Sens dubte, la felicitat és el que a priori
busca moltíssima gent. A qui no li agradaria tenir les claus per ser feliç. Un
dels errors més comuns és quan la busquem pensant en maximitzar el plaer i
minimitzar la incomoditat. Es tracta d'una felicitat efímera. Acabat l’estiu la
gent es posa a plantejar-se objectius a realitzar i això està bé, però “cuidado”,
els objectius assolits no t’aportaràn la veritable felicitat. Aquesta és molt
més senzilla d’aconseguir. Comparteixo un article del Jacob Sokol publicat a El
huffington post i titulat 12 cosas que la gente feliz hace de otra
forma y por qué empecé a hacerlas yo a on parla del tema.
"Mucha gente sufre crisis existenciales. Yo tuve una hace unos
años, cuando cumplí 24. No sentí el impulso compulsivo de comprarme un Mustang
rojo o una guitarra eléctrica, pero un día, mientras la alarma de mi iPhone
sonaba temprano para ir trabajar, en mi apartamento de dos habitaciones en
Nueva York, me pregunté: "¿Lo tengo todo o no tengo nada?"
Mi instinto me decía que
tenía que haber algo más en la vida que la carrera de ratas en la que yo
participaba (como consultor de nuevas tecnologías). Pero no estaba seguro de
qué era o de a quién acudir en busca de sabiduría más allá de The Matrix.
Decidí embarcarme en un viaje para averiguarlo. Dejé mi trabajo,
minimicé mis gastos, me fui a Hawái y me puse en serio (de una forma un tanto
salvaje) a averiguar qué me pone en la vida. Descubrí que hay un montón de
gente como yo, jóvenes, con energía, intensos, orientados a objetivos, pero
frustrados con el status quo y un poco asustados por nuestras perspectivas de
futuro. Decidí dedicar mi vida a buscar la sabiduría necesaria para llegar a
tener vidas extraordinarias y el sentimiento de que tiene sentido vivir en un
mundo de inmensa incertidumbre.
Muy al principio, me
encontré con esta cita de Dan Millman: “Siempre había creído que una vida de
calidad, disfrute y sabiduría era un derecho adquirido al nacer y que me sería
otorgado automáticamente con el tiempo. Nunca sospeché que tendría que aprender
cómo vivir, que había disciplinas específicas y formas de ver el mundo que
tenía que dominar antes de despertarme hacia una vida simple, feliz, sin
complicaciones.”
Ese es un resumen de dónde
estaba yo y qué estaba descubriendo. No podía esperar a que la felicidad y la
satisfacción me encontrasen; tenía que crearlas yo mismo. Así que desde
entonces he estado dedicándome a eso y haciendo de coach para que otros también
lo consigan.
Unas de las cosas más
chulas que descubrí al principio son las 12 cosas que la gente feliz hace de
forma distinta al resto para aumentar sus niveles de felicidad, según los
estudios de la psicóloga positivista Sonja Lyubomirsky. Aquí os dejo una docena
de cosas que cualquiera de nosotros, a cualquier edad o en cualquier etapa de
la vida, puede empezar a hacer hoy para sentirse más feliz [2].
Manifiesta tu gratitud. Cuando aprecias lo que tienes, esto gana en
valor. Mola ¿no? Así que, básicamente, estar agradecido por las cosas
maravillosas que es evidente que ya tienes en tu vida te proporcionará un
sentido más profundo de la felicidad. Y eso sin tener que salir de casa ni
comprar nada. Tiene sentido. Nos va a costar mucho ser feliz en algún momento
si no estamos agradecidos por lo que ya tenemos.
Cultiva el
optimismo.
Los ganadores tienen la capacidad de fabricarse su propio optimismo. No importa
cuál sea la situación, la diva con éxito es la que siempre encuentra la forma
de ponerle un toque de optimismo. Solo contempla el fracaso como una
oportunidad para crecer y aprender nuevas enseñanzas de la vida. La gente
optimista ve el mundo como un lugar repleto de oportunidades infinitas,
especialmente en cuanto al número de intentos.
Evita darle
vueltas a las cosas y las comparaciones sociales. Compararte con otra
persona puede ser venenoso. Si de alguna forma somos mejores que la persona con
la que nos comparamos, eso nos da un sentido de superioridad insano. Nuestro
ego se infla -BOOM- y sale nuestro Kanye West interior. Si somos peores que con
quien nos comparamos, solemos desmerecer el trabajo duro que hemos hecho y el
progreso que hemos conseguido. Este tipo de comparaciones no surgen de un lugar
sano. Si te sientes inclinado a compararte con alguien, compárate contigo mismo
hace un tiempo.
Sé amable. Realizar actos amables
libera serotonina en el cerebro. (La serotonina es una substancia que
proporciona beneficios médicos TREMENDOS, incluida la capacidad de hacernos más
felices). Ayudar a alguien de forma desinteresada es una forma super poderosa
de sentirse bien. Lo que es aún más guay sobre estos brotes de bondad es que no
solo nos hacen sentir bien a nosotros mismos, sino también a quien los observa.
¿A que es extraordinario? Una nota: lo que hacen los antidepresivos es liberar
más serotonina. Échate a un lado, Pfizer, la amabilidad te va a comer el
terreno.
Cuida las
relaciones sociales. La gente más feliz del planeta son los que tienen relaciones
importantes y profundas. ¿Sabes que hay estudios que muestran que los índices
de mortalidad son el doble de altos para la gente que se siente sola? ¡HALA!
Hay un sentimiento de calidez que viene de tener un círculo activo de buenos
amigos con quienes compartir tus experiencias. Nos sentimos conectados y parte
de algo con más importancia que nuestras existencias solitarias.
Desarrolla
estrategias para poder con todo. Cómo respondes a los malos momentos define tu carácter. Algunas
veces pasan cosas malas, es inevitable. Forrest Gump lo sabe bien. Puede ser
difícil salir con respuestas creativas en el momento en el que el estiércol se
acerca al ventilador.Tener estrategias sanas ya ensayadas y listas en tu
arsenal puede ser de gran ayuda.
Aprende a
perdonar.
Albergar sentimientos de odio es nefasto para tu bienestar. Tu cerebro no sabe
la diferencia entre emociones pasadas o presentes. Cuando odias a alguien,
piensas continuamente en eso, y estas emociones negativas son tóxicas para tu
bienestar. Te pones en un estado de chunguismo (término técnico) que te
acompaña todo el día.
Aumenta el
fluir. Se
trata de ese estado en el que parece que el tiempo se ha parado. Ocurre cuando
estás tan concentrado en lo que estás haciendo que tu tarea y tú os convertís
en uno. La acción y la conciencia se han fundido. No tienes hambre, ni sueño,
ni emociones. Estás profundamente sumergido en la actividad que estás haciendo.
Nada te distrae ni compite por tu atención.
Saborea las
alegrías de la vida. La felicidad profunda no puede existir sin frenar un poco para
disfrutar de la alegría. En un mundo con estímulos salvajes y movimientos
omnipresentes es fácil olvidar abrazar las experiencias agradables de la vida.
Cuando no las apreciamos, robamos la magia al momento. Las cosas más sencillas
de la vida puede ser las más gratificantes si recordamos disfrutarlas al
máximo.
Comprométete
con tus objetivos. Dedicarse con entusiasmo a hacer algo viene equipado de serie
con una fuerza inefable. Ocurren cosas mágicas cuando nos comprometemos a hacer
algo cueste lo que cueste. Cuando estás totalmente comprometido, no tienes más
opción que hacerlo. Al contrario de lo que pueda parecer, no tener otra opción
-por lo que no puedes cambiar de opinión- de forma subconsciente nos hace más
felices porque así descubrimos parte del sentido de nuestra vida.
Practica la
espiritualidad. Si somos espirituales o religiosos, reconocemos que la vida es
más grande que nosotros. Abandonamos la idea tonta de que somos lo más poderoso
que ha existido nunca. Nos permite conectar con el origen de la creación y nos
conectamos con todo lo que existe. Algunas de las personas más completas que
conozco sienten que están aquí trabajando en algo para lo que "han sido
llamados".
Cuida tu
cuerpo.
Cuidar tu cuerpo es crucial para ser la persona más feliz que puedas ser. Si no
tienes tu energía física en forma, entonces tu energía mental (tu
concentración), tu energía emocional (tus sentimientos) y tu energía espiritual
(el sentido de tu vida) se verán afectados negativamente [4]. ¿Sabías que
estudios llevados a cabo con personas diagnosticadas con depresión muestran que
el ejercicio regular aumenta los niveles de felicidad tanto como el Zoloft? No
solo eso, sino que seis meses después, la gente que seguía haciendo ejercicio
tenía muchas menos probabilidades de recaer porque tenían un nivel más alto de
superación personal y autoestima.
Así que ahí lo tienes. No
hacen falta coches nuevos o chaquetas de cuero, sino sabiduría basada en
estudios científicos para conseguir ser feliz a largo plazo. Todas estas cosas
las puedes empezar a hacer hoy -con o sin un cambio de trabajo- así que espero
que elijas una cosa y te comprometas a cumplirla."
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