Som
presos de les nostres paraules i en contra del refrany, en moltes ocasions les
paraules no se les emporta el vent. Quan conversem amb els altres no tenim el
costum de pensar el que anem a dir i guiats per emocions desbordades deixem
anar el que primer se'ns ocorre, arribant a ferir en moltes ocasions a persones
que estimem. Comparteixo un article del bloc El arte de saber vivir de Walter
Riso i titulat El poder de las palabras.
"A
todos nos ha pasado que estamos en un lugar donde hay niños y siempre cuidamos
nuestro vocabulario, no decir palabras altisonantes, ya que ellos son como
esponjas y si lo hacemos, en menos de lo que esperamos también lo dirán, y
aplicarán a sus vidas.
Este ejemplo nos ayuda a darnos cuenta
que en la vida sucede igual: las palabras que salen de nuestros labios toman la
acción de la manera en que las decimos, de ahí la importancia de pensar antes
de hablar y hacer que nuestras palabras sean buenas, no destructoras.
Cuando platicamos con alguien no nos
damos cuenta del poder que tienen nuestras palabras, podemos pensar en la frase
de "las palabras se las lleva el viento", pero no es así, una palabra
queda en la mente y en el corazón y puede animar, deprimir o arruinar a una
persona, ya que las palabras tienen poder y nosotros le damos el sentido
positivo o negativo.
El Dr. Masaru Emoto, autor japonés y
conocido por sus controvertidas afirmaciones del poder de las palabras, realizó
un experimento donde puso en dos contenedores porciones de arroz, uno de ellos
tenía la palabra "gracias", y el otro "eres un tonto", en
la escuela indicó a los niños que debían repetir en voz alta esas palabras
todos los días, después de 30 días el arroz con la palabra positiva solo había
sufrido poco cambio, pero el de palabra negativa estaba totalmente podrido.
Las palabras pueden arruinar también tu
vida, si eres de las personas que para todo pone un NO antes de la frase, te
estás destruyendo poco a poco, porque te estás condicionando a vivir siempre
con un NO. Si nuestro vocabulario es pobre y pesimista, así será nuestra vida.
Para que no te conviertas en un
destructor de vidas es importante pensar antes de hablar, cuida tus
pensamientos, primero piensa lo que vas a decir y es ahí cuando te puedes
frenar antes de decir algo inapropiado.
En la mayoría de los casos, cuando
inadecuadas palabras y el peor lado obscuro salen de nosotros, es cuando
estamos en un estado de enojo o molestias por algo sucedido; es importante calmarnos
y olvidar resentimientos para estar en paz al momento de hablar y no decir
cosas de las cuales podemos arrepentirnos después. Si hablamos de alguna
discusión de pareja, un error en nuestras palabras puede llegar a destruir lo
que por muchos años nos ha llevado lograr y ni que decir cuando se trata de los
niños, los destruye y puede llegar a causar traumas psicológicos, que sin duda
afectarán su vida.
Las palabras que insultan, agreden y
lastiman ocasionan heridas en el corazón de la persona que las recibe,
ocasionando y generando resentimientos, odio y dolor; las palabras son como una
piedra, dependiendo de cómo la arrojes o presentes, causa el efecto, si sólo la
avientas sin mirar, puedes golpear severamente a la persona, pero si la das un
poco disfrazada con un papel hermoso y un moño, puede ser aceptada y
contemplada como una crítica constructiva.
Cuando estamos en un estado de
depresión, una palabra de aliento puede cambiar el momento en un estado de paz
que reconforte el corazón del ser deprimido, de ahí la importancia de usar
nuestras palabras para hacer siempre el bien. Las palabras llenas de amor y
positivismo siempre podrán cambiar el mundo.
Una palabra alegre, amable, oportuna y
llena de amor puede cambiar tu día, llenarlo de luz, aliviar y dar felicidad,
pero una palabra cruel, con resentimiento e irresponsable, puede herir, generar
odio o arruinar la vida de alguien más.
Las palabras reconfortan, curan o
hieren, crean o destruyen, de ellas depende la felicidad o la desgracia, la
importancia de cuidar lo que pensamos y más lo que decimos, es fundamental, ya
que esto puede marcar nuestro destino o el de alguien más; nadie tiene la
capacidad de hacernos sentir menos o mal por algún tipo de comentario o
palabras negativas, pero lamentablemente esto es una realidad, en algunas
ocasiones se dan los casos de que por la culpa de algún mal comentario se
destruyen vidas. La gente puede olvidar lo que le digas pero nunca olvidará lo
que le hiciste sentir con lo que dijiste.
Nuestra vida y nuestro futuro dependen
de nuestros pensamientos y palabras, hoy es un buen día para cambiar el rumbo
de tu vida, piensa muchas veces antes de hablar; si sirve, piensa que estás
rodeado de niños y que tienes que manejar un buen comportamiento, habla siempre
con frases positivas, elimina el “NO” de tu vida, porque todo se puede lograr
siempre y cuando así se quiera, recuerda que vida sólo hay una y que bueno
poder vivirla sana y positivamente sin dañarte ni dañar a otros."
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